Incrustado en las paredes, se transporta en los aromas, vuelve en una y las mil formas el tormento del insomnio que gobierna en las ausencias.
En el intento fallido de trasegar el alma obtengo la misma respuesta en cada noche que culmina, en cada sueño que se va, manifiesto de todo aquello que no podemos olvidar con el avanzar del tiempo.
Cómo separar la vida que se adhiere hasta los huesos, cómo curar sin herir cuando sabes que a pesar de lo efímero del tiempo logran trascender las letras sin saber en qué momento y aun así se le entintan en papel.
Que ironía de nuestra vida, te repites las nostalgias para recordar el vivir y las tienes que resentir para comprender las partidas que como enciclopedias de vida las apilas una a una como experiencia adquirida.
Son vestigios, solo eso, un baúl que se ha guardado con el debido cuidado que solo al pasar de los años te dará como respuesta el para qué que tanto nos ha atormentado.
Se han mantenido los restos que conservan las esencias de aquellos lapsos de vida que al ocultar bajo mis ojos se reviven uno a uno cuando fingimos dormir.
Sí, así se engaña a la memoria que delira en soledad, venciendo a la monotonía del diario cansancio, sin pensar en lo profundo del sueño, sin despertar por siempre de aquel eterno soñar.
Por: WilyHache®
03 de febrero de 2019
11:55 a.m.
México
#elpisonumero8
En el intento fallido de trasegar el alma obtengo la misma respuesta en cada noche que culmina, en cada sueño que se va, manifiesto de todo aquello que no podemos olvidar con el avanzar del tiempo.
Cómo separar la vida que se adhiere hasta los huesos, cómo curar sin herir cuando sabes que a pesar de lo efímero del tiempo logran trascender las letras sin saber en qué momento y aun así se le entintan en papel.
Que ironía de nuestra vida, te repites las nostalgias para recordar el vivir y las tienes que resentir para comprender las partidas que como enciclopedias de vida las apilas una a una como experiencia adquirida.
Son vestigios, solo eso, un baúl que se ha guardado con el debido cuidado que solo al pasar de los años te dará como respuesta el para qué que tanto nos ha atormentado.
Se han mantenido los restos que conservan las esencias de aquellos lapsos de vida que al ocultar bajo mis ojos se reviven uno a uno cuando fingimos dormir.
Sí, así se engaña a la memoria que delira en soledad, venciendo a la monotonía del diario cansancio, sin pensar en lo profundo del sueño, sin despertar por siempre de aquel eterno soñar.
Por: WilyHache®
03 de febrero de 2019
11:55 a.m.
México
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