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Mostrando entradas de marzo, 2019

El artista

¿Cómo embellecer la oscuridad? Al inundar de desolación hasta el más inhóspito rincón fluyen con tinta de depresión sensibles palabras que allanan la puerta del corazón Letras moldeadas de soledad posiblemente el absurdo de las lágrimas de felicidad tonos de ocasos ritmos de pulsos que divergen en cada cruce con el faro que guía en lo profundo del mar Una pausa en el camino soliloquios que defienden el sueño que se pierde al despertar Cómplices, se ocultan al cerrar los ojos para intentar retornar Se embisten entre las heridas que han intentado sanar que resaltan los tonos de los matices al cubrir la espina pinceladas que surgen sin saber dónde están El entorno puede ser adverso Pero la naturaleza no se equivoca una obra de teatro donde todos participamos no existen vacantes, no se puede renunciar Tienes que vivir el papel que te toca interpretar El artista que nace de la insaciable sed de la búsqueda por la felicidad El que ha recorrido los pensamientos, el

Mis te amo

¿Cómo rodear un abrazo sin lacerar las alas rotas? Al revirar los pasos sin dar porque el miedo te ha vencido En el incansable buscar del reflector que ilumine cada tropezar Sin existir alguna piedra, sin claudicar te enfrentas a la reflexión Cuestiones frustradas que te arrojan a la sórdida oscuridad que se combate en el alma ¿Cómo escuchar el consejo sin estropear su acepción? En un viaje interminable que soslaya la mentira que sostiene a la verdad Se desprenden de un vacío enorme como la sed del espejismo Se revierten los cansancios, entre despojos sin pesar el malestar, entre espinas que lastiman socorriendo a la nostalgia sobreviven Insisten en reaparecer otra y una vez más entre las agonías del placer Hasta el segundo final con la inocencia de escudo; mis te amo… Por: WilyHache® 17 de Marzo de 2019 16:40 p.m. México #elpisonumero8

El aposento para soñar

Un baúl de los recuerdos que se cuelan como el viento, ilusiones que has sembrado al transcurrir el tiempo. Cubierta con una colcha, como tímida armadura de la infancia sin dejar. Con la puerta destrozada, iluminando la esquina, una esfera de luz que ahuyenta a cada sombra. Es donde todo comienza. Entre repisas, ocultos sin desempolvar, el botín de las batallas. Libros viejos, apuntes llenos de letras, borrones sin recordar. Lecturas que gritan léeme, de pastas viejas de tanto hojear, dibujos sin expresar en lienzos de luna, con el sol de girasoles, con las sabanas de los nublados. La memoria es testigo, pues se ha quedado esperando la respuesta de un mañana temprano de una tarde de olvido. De un hazlo con algún sentido. De un vive sin esperar. Frente a la cama; el closet de vestimentas, un espejo alimentado con el rostro de color, con la sensualidad, el ego de los fríos que atormentan el más puro pundonor. El reflejo de las cenizas del diario caminar al despertar o detener el paso p